LA GANADERÍA DE VACUNO

LA GANADERÍA DE VACUNO

Es mucha la gente de campo que a través de la disciplina y del esfuerzo han trabajado por la defensa de las distintas razas autóctonas, nuestras razas autóctonas. Y cuando digo nuestras, me refiero a las razas propias que componen toda la península ibérica como la Avileña Negra Ibérica, ya que forman parte de nuestro patrimonio cultural, patrimonio que las nuevas generaciones estamos llamadas a defender como nuestros predecesores han hecho hasta ahora.

Como exponemos en las recientes publicaciones “El origen del Hierro de la F” o “Tradición Ganadera”, esta ganadería ha tomado parte en dicha defensa. Por un lado, contribuyendo a través de la cría y selección de ovejas merinas, por otro lado, con la aportación de una nueva raza autóctona de vacuno, la Avileña Negra Ibérica, e incluso también con la cría de toros de lidia.

Es en la ganadería de raza Avileña Negra Ibérica en la que queremos centrar este escrito, ya que debido al paso del tiempo y a las decisiones tomadas, es la única línea de cría originaria de este hierro que mantenemos en la actualidad.

Nuestra línea, distinta a la de la ganadería de la R de Regino, está formada por aquellas bociblancas que heredó mi bisabuelo Francisco Ramírez de su tío Miguel, habiendo sido cruzadas con sementales de pura raza negra de las campiñas andaluzas de la ganadería de D. José Gutierrez del Rio.

El resultado del cruce de razas por parte de nuestro bisabuelo fue en palabras de Antonio Sánchez Belda Inspector del Cuerpo Nacional Veterinario, a través de su libro Razas Bovinas Españolas de 1984, el ultimo retoque en el modelado racial, buscando la mejora de la producción de carne, sin perder fondo constitucional ni caracterización externa, dándose a conocer dichos resultados en el concurso nacional de ganados de 1930.

Según apunta Antonio Sánchez Belda en el citado libro, la superioridad de estos fue comentada por el cronista del certamen, asi: “el resultado no ha podido ser mejor, pues ha obtenido productos de gran porte, con cabeza más fina y pequeña, menos papada, buen tercio anterior, rectitud de dorso y denotada finura de piel y del esqueleto. En resumen, un avileño negro perfecto, si no hubiera perdido la coloración típica gris del hocico”.

A parte de estas alusiones me gustaría reflejar que desde 1914 hasta la actualidad, por devoción, se comenzó a llevar un controlgenealógico de las distintas reatas. Posteriormente en 1967, tras más de medio siglo de trabajo sobre la propia raza, el Ministerio de Agricultura nos concedió el título de Ganadería Diplomada, y el mencionado control genealógico fue compartido con la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Vacuno Selecto de Raza Avileña, integrándonos en la misma en 1972, año de su constitución, con el nº1 del libro genealógico y nuestra sigla, la F.

Como desenlace, me gustaría indicar que como ganaderos de la raza Avileña Negra Ibérica tenemos la satisfacción de ser una de las dos ganaderías más antiguas que consolidan el origen de la raza, y es que ya son más de 150 años de experiencia compartida con la ganadería de la R de Regino, siendo fruto de ambas las distintas ganaderías existentes en la actualidad.

Avileña Negra Ibérica